Diario del Profe

Pedagogía y literatura

miércoles, agosto 15, 2007

¡CLARO, LOS ESTUDIANTES SÍ ESCRIBEN!

Los estudiantes sí escriben si se les invita a hacerlo desde muy temprana edad - las insuficiencias están en la Básica, la Media y la Educación Superior - no como una exigencia sino como un dsfrute, un encuentro amoroso, lleno de pasión con la palabra.Aunque es una debilidad que vive el sistema educativo - y que repercute en el campo profesional -, hay que buscar mecanismos para que se cumplan esas exigencias y así sobrevivir en al siglo de la competitividad. Y en esa ardua labor, la escuela debe jugar el papel no de juez sino de animador permanente.

Como ejemplo de la afirmación expuesta, y como resultado de mi experiencia con jóvenes y profesionales para desarrollar fortalezas en escritura, traigo a colación algunas estrategias que están en mi libro Juegos Comunicativos: estrategias para desarrollar la lectoescritura ( Edit. Magisterio).

Una de ellas se llama Escriba lo que quiera y como quiera. Con esta técnica lo que se busca es precisamente éso: saber cómo aborda una persona un tema, un texto, qué sabe sobre lo que va a escribir y cómo cree que es la mejor manera de contarlo.El resultado es maravilloso porque los estudiantes desde el Aprendizaje Significativo, no les tienen miedo al número de renglones, de páginas, no hay mojigatería sobre lo que se quiere hablar, se sienten con libertad para escribir, hablan desde lo suyo. La propuesta se complementa con la lectura de los textos que ellos mismos se proponen leer y llegan a la conclusión de interrogarse ¿por qué escribí sobre esto así, de esta manera? Y las respuestas se las da el mismo autor: para escribir hay que escribir.

Otra dinámica, La creación colectiva, es invitarlos a que en cada fila, en dos hojas en blanco por cada una de ellas, el último estudiante y el primero empiecen una historia en esa hoja durante un tiempo establecido ( pueden ser cinco minutos para arrancar). Luego el profesor da la orden para que se rote el texto al siguiente alumno, tanto de atrás hacia adelante y viceversa y continúe la narración del compañero. Por supuesto, tiene que leer lo de su antecesor y así sucesivamente.

Lo dinámico y provocador de esta estrategia es la angustia del que espera, reflexión sobre qué escribir y cómo hacerlo para mantener la unidad del relato - incluso, se critican la ortografía -y lo más impactante: cuando se llega al último estudiante, el que cierra, el que remata el texto, éste le da su final a un escrito que ha pasado por varias manos. Es más, hay estallidos de risas, de frases que están de acuerdo o en desacuerdo con el final - para algunos inesperado, especialemente para el primer escritor -. Desde luego, los textos se leen y como cada compañero escribía su nombre al lado de lo que produjo, hay un encuentro comunicativo entre todos, un diálogo sobre lo que se ha escrito.

En síntesis, sí se puede lograr que los estudiantes escriban si se les hace vivir, gozar la escritura. Es una manera de llevar la secuencia para que se adquiera el entrenamiento. Por eso, el sistema educativo con las nuevas pedagogías debe adoptar posturas más científicas, técnicas, didácticas, metodológicas en torno de la magia de la escritura. Sólo así acabarenmos con la cantaleta de que los estudiantes no escriben.¡ Claro que escriben!

1 Comments:

  • At 11:57 a.m., Anonymous Anónimo said…

    Hola! Soy estudiante de Idiomas de la universidad del valle (Cali-Colombia)y en la clase de composición en español realizamos esta actividad de escribir un cuento colectivo y realmente fue muy divertido,aunque algo por la diferencia de estilos y creatividad de cada uno. Muy interesante!...Gracias.

     

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