Diario del Profe

Pedagogía y literatura

lunes, marzo 19, 2007

RELATOS Y CANCIONES 2

Uno

No podía imaginar que los aretes que le faltan a la luna los tienes tú, y conjugan y hacen armonía con tu rostro angelical cada vez que rítmicamente lanzas la cabeza hacia atrás buscando mis labios y cantando con donaire el bolero
los tengo guardados/para hacerte un collar.

Dos

Miré tus ojos en la foto y se me vino a la memoria la voz de Nat King Cole
Ojos negros traicioneros
por qué me miráis así
tan alegres para otros
y tan tristes para mí
y no pude con esa catapulta que se me vino encima cuando te paseaste por el parque y yo desde el árbol frondoso, no creía si era verdad que tú me habías olvidado mientras yo asistía a clases en la Universidad.

Tres

Y me devolví cabizbajo, recordando aquellas noches cuando bailamos, y reímos y cantamos y nos envolvimos en las tardes con olas del río, y yo te susurraba
Tuyo es mi corazón
Oh sol de mi querer
Mujer de mi ilusión
Mi amor te consagré
y llegué a mi casa y no me pude desprender de la musicalidad prodigiosa de Nat King Cole hasta que el sueño me dijo que no pensara más en ti.

Cuatro

Ese día cuando me cansé de la ciudad, me dije
Me voy pa´l pueblo
hoy es mi día
y por donde mis pasos te buscaban, Los Panchos me marcaban la ruta que me conduciría a tí.

Cinco

Sin embargo, sí,
Ya no debo pensar que te amé
es preferible olvidar que sufrir
y segúi caminando con la sombra de la luna que me coqueteaba con su brillo celestial mientras que yo no concibía que todo pasó/que este sueño de amor terminó/. Al terminar de cantar Los Panchos, ya había decidido olvidarte.

Seis

Al despertar sonaron las guitarras de Los Tres Reyes,
No creas que si tú te alejas
te voy a rogar
y me preguntaba si yo había pedido a las musas y a las deidades que me calmaran mi dolor porque a estas horas de la vida no me cansaba de insistir
Aunque sé que sufriré por mucho tiempo
más luego tú verás,
te lograré olvidar.

Siete

Y para el colmo de males, Ismael, mi amigo, sirvió una copa de brandy, me miró como retándome a que lo soportara e hizo sonar la siguiente canción que de una vez por todas me dijo que Los Tres Ases tenían la razón,
Sufro mucho tu ausencia
No te lo niego

Dicen que soy cobarde
que tengo miedo
de perder tu cariño.