Relatos hiperbreves 1
Con la ingenuidad de viril hombre, contrató a los músicos,
invitó a un grupo de amigos, y cuando llegó a su casa,
su mujer, de un sobresalto, quedó sentada y semidesnuda en aquella cama,
y mirándolos a los dos, sólo tuvo tiempo para decir,
no creas que es lo que estás pensando.
*
La buscó con sus labios pero el beso salió en estampida
*
¿Vas a negar que ni siquiera pensaste en mí por un ratito
sabiendo que lo arriesgado y prohibido no se olvida?
*
Se sentó junto a nosotros y simulaba su deseo ardiente
y atisbaba cómo escuchábamos aquel tango que
inmortalizaba el amor contra las pasiones
incontroladas de los hombres.
*
Llegó más hermosa a la cita y no tuve cómo
decirle que era una diosa de los dioses
y no de él, ni mía tampoco.
*
Como dice Sabina,
Hoy, amor
Igual que ayer
Como siempre
es lo único que puedo decirte después de tanta ausencia.
*
Si para Benedetti su táctica es hablarte,
para mí la estrategia es esperarte en silencio.
*
Festejamos en el Coliseo el triunfo cuando miraste a
la tribuna y yo desde allí te envié
un soplo mágico de amor para que convirtieras esa cesta.
*
Cuando ibas envuelta por los vientos y tu rostro helénico
asombró al Universo,
Majestad,
mi apoyo para que tu cuerpo de deidad lograra la marca olímpica,
fue enviarte un beso al otro lado del televisor.
*
Abro los ojos, no como Gregorio Samsa, y te busco
entre la neblina de la ciudad
desafiando las luces de los carros
que me abren camino porque saben que estás allí donde tú sabes.
*
Yo soy, tú eres, nosotros somos la tarde diferente,
la noche inolvidable y el lugar edénico.
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