Diario del Profe

Pedagogía y literatura

miércoles, octubre 22, 2008

EL RELATO DE VIDA COMO ESTRATEGIA COMUNICATIVA: Enfoque biográfico - narrativo

Dicen Connely & Clandinin en Déjame que te cuente, " Tanto los profesores como los alumnos son contadores de historias y también personajes en las historias de los demás y en las suyas propias". Pues, hay muchas formas de abordar los relatos de vida como experiencia pedagógica, investigativa. Una de ellas es la autobiografía, aquel currículo oculto que está pegado a la vida de cada protagonista de la experiencia escolar, familar, laboral.

En esta ocasión, me voy a poner como ejemplo de esas historias de vida, las mismas que se les piden a los estudiantes, tal como lo plantean los autores citados. Me paré en un pasaje de mi vida: la primaria; usted inferirá, amable lector (a ) qué hacer a patir de esta puesta en público de aquello que pudo ser o es privado.

LA PRIMARIA
Por Armando Montealegre: Texto inédito

Cómo no añorar la primaria
después de andar y andar por los caminos
en medio de las metáforas de la poesía
ésas que hacen hervir la memoria
Como cuando gané el concurso en el Americano
Y le hice una composición al amor
creyendo que escribía poesía
Como ahora
Y que sabía qué era el amor
Pero sí le canté a esos cándidos ojos
de mis compañeros
Todos los días
en mi viejo transistor Philips
escuchaba la eterna Nueva Ola
en medio de las noticias sobre el Napalm
y el gemido en las calles de Saigón
Copiaba la letra de las canciones
borraba
reescribía
Ya estaba
Con tu boca…de chicle
Yesterday
Y todo el quinto adelantado
ingenuos y cómplices
coreaban mi nombre
yo sin ser hijo de poetas
sin haber nacido entre los libros
Dumas y Dostoviesky
Los miserables y los poetas rusos
quería componer poesía
Como ahora

Fue una mañana
La profesora Isabel
me pasó delante del curso
Era lunes
Muy temprano
El escritorio con aristocrático mantel
un vaso
una jarra
un florero
Brisa en Girardot
Todos estábamos convencidos de que
yo iba a cantar
O a recitar
Pura mierda
La profe Isabel
bonita
como la mayoría
y de poca estatura
me miraba entre sus cejas bien delineadas
Yo le miraba su minifalda
sus piernas, digamos la verdad
refrescadas por el céfiro del río
por eso le obedecí la orden
de tomar de la jarra
Era la voz de mi profesora
dulce
brava
seria
Y el público confundió su aplauso
entre el miedo
la risa
la lástima y el dolor
Yo acababa de tomar agua con jabón
sólo porque el viernes
al salir de clases
le dije a Irene el verso más poético
¡Adiós, mamacita!
Muchos años después
en la capital leyendo a Edipo Rey
vi el mismo grafito
¡Adiós, mamacita!
Edipo

Por eso amo la poesía
Con ella me gané mi primer premio
un libro de Rafael Pombo
lo recibí de las manos encantadoras de mi profesora
no, no de Isabel
Me besó en la frente
Me hizo desear sus labios
Los de Marylin Monroe
Los de Brigitte Bardot
Los de Greta Garbo
Los de Helena de Troya
Los de Madame Bovary

La que me lanzó a atreverme y a reírme de la vida
como la vez aquella
cuando Dídimo sustrajo
la bolsa de monedas de Carmen
la niña que nos provocaba en el recreo
porque no cabía en su boca
todo lo de la tienda escolar
Y Dídimo y yo
violentamos su débil pupitre
y la colegiala de moño blanco
lloraba como si le hubieran quitado el alma
no era el alma
era el derecho a comer delante de todos nosotros
Y nos tocó pasar al frente
era la costumbre espartana
Fue muy poético
De nuevo la profe Isabel
todos los hombres sospechosos
en calzoncillos
de nylon
de algodón
las niñas afuera
ella con nosotros
Dídmo y yo en medio del pelotón
él, no sé cómo
con la bolsa de monedas
en posición geométrica
entre los testículos
y su pene dormido de chico malo
y la mirada provocadora y desafiante hacia la profe Isabel
Y yo detrás en tan épica decisión
¡Vístanse!
Las monedas nos bajaron por la garganta
alegría, susto, conmoción
después de que ella examinara de manera detectivesca
a los tres primeros
nosotros salimos retumbando el patio a carcajadas
para la estación
y tomamos gaseosa
empanadas
mojicones
lo mismo que comía Carmen delante de nosotros
y guardamos para el matinée
presentaban Santo, El enmascarado de plata

Americano aquél

Donde cansados de tantos reglazos
Armando a la una
Armando a las dos
Armando a las tres
Y ¡zasss!
Libertad
fue el grito
La regla de la profesora Isabel
de la que tanto aprendí
salió por la rendija del salón
y de nuevo nos disparamos en hilaridad
al oír el crujido del madero
por el peso de los carros

Ah, primaria
Cómo para hacer poesía
Lo que hoy quiero hacer
Alelado por el recuerdo de las profesoras
y con rabia de niño
y con los celos de niño
Ellas hablaban con los grandes
con los que jugaban baloncesto
y nosotros
Dídimo, Jairo y yo
queríamos ser como ellos
para que las profes no nos miraran como niños
no nos regañaran como niños
ni mucho menos
que nos besaran como niños

Americano aquél
Jairo era segundo
y yo le ganaba
a veces él ocupaba el primer puesto


Ah, primaria
Ante ella no hay postgrados
vale es la vida
vivirla en la inocencia
en la alegría
como cuando salíamos al recreo
(no sé por qué hoy le cambiaron el nombre, recreo)
y en el centro del patio
en el tubo simbólico
el grandote Mendigaña
nos encaramaba en su espalda
parecía un cíclope
y nos daba vueltas
como en las ruedas de los circos
como en las canastas voladoras
como en la centrífuga
y volábamos
volábamos en busca de la felicidad y el peligro
éramos Ícaro y Pegaso
entre el miedo y la risa
y el golpe
y la tragada de polvo
y el reglazo de la memorable Isabel
en la víspera de botarle su ley del orden y el castigo

Primaria aquella
de la que recuerdo el camino a casa
cuando el tren pitaba y dejaba su estela de imponencia
y la radio recordaba y elogiaba
esa temible delantera de Santa Fe
Panzuto, Perazo, Resnik y Zipa González
Ah,mi primera pelea
la única
a puño limpio
yo me sentía perdido
le lancé arena en la cara a mi rival
él
más astuto que yo
estiró sus brazos a ver qué cazaba
y acabó con mi absceso
me desinflamó la cara
lo que no había hecho el boticario
yo sentí la magia de su golpe
mi contrincante merecía un abrazo
pero cuando miré a mi lado
la sombra de una tarde girardoteña
lo desapareció sin mi reconocimiento.
el gran reconocimiento
de amar la poesía

Como ahora
Como siempre.