Diario del Profe

Pedagogía y literatura

martes, julio 25, 2006

DECÁLOGO PARA VIVIR LA POESÍA

1.Se debe fomentar y crear un ambiente propicio para hablar de poesía, embellecido por la fragancia de las palabras y que invite al enamoramiento. Allí podremos cerrar los ojos y vivir las imágenes que nos hacen sensibles a las metáforas, a la frase sencilla pero grandiosa, a la musicalidad encantadora de la poesía.

2. La poesía se lee porque se vive, por la tanto, se siente, se goza, y lo más exigente: se respeta con la solemnidad de quien se encuentra con ella.

3. ¿ Por qué determinado poema me tocó, me llegó, se me irradió por todo el cuerpo, navegó por entre mis venas? Porque la poesía es una fuente de vida, de experiencias de otros y mi experiencia.

4. Un buen animador de poesía debe ser el maestro, aquél que inicia la clase con un poema y pone a sus estudiantes a soñar con tanta belleza.

5.La poesía es algo cercano, cotidiano, con olor a realidad, a sueños; entonces, la poésía nunca debe ser vista como algo de eruditos, de versos rígidos y métricas acomodadas: su sencillez dice cosas eternas.

6.Es recomendable tomar una palabra, una frase del poema y volverla del lector, dialogar con ella, dejarse llevar por ese viaje poético.

7. Hay que saber quién ese esa persona ( autor, autora) que me escribió a mí, que me tuvo en cuenta en su historia.

8. La poesía no tiene edades: la lee con la misma intensidad un adulto y un niño: ahí está lo maravilloso de su majestuosidad.

9. La poesía debe llenar los parques, los centros comerciales, las escuelas, colegios, universidades, la fábrica, la oficina, el hospital, la cárcel, el bar, el hogar...El taxista cautiva a su pasajero con un libro de versos mientras lo lleva a su destino.

10. La poesía hace crecer, es curativo, es paliativo, es hechizante, es del hombre: por eso, regálele una metáfora a su amada, a un ser querido, a la vida, a la noche, a la naturaleza, a las nubes, al mar, a su ciudad...