Diario del Profe

Pedagogía y literatura

viernes, abril 18, 2008

MONÓLOGO DEL LIBRO AMANTE

Hacer el amor con los libros es fascinante. Te lo recomiendo. Sólo se necesita amar. No te prevengas de nada; en este acto bello y sublime lo que se genera es vida.Libro que naciste del privilegio humano, eres el más suprahumano, pues has sido engendrado por la inteligencia de un hombre o de una mujer que ha pensado en ti para traerte al mundo.

El preludio amoroso se inicia desde que te perfuman en unos talleres: allí las personas expertas en maquillaje y pasarela te diseñan, te colorean,te dan la forma más atractiva para un cliente enamorado como yo. ¡Y sales al mercado! Y tu amor vale, es obvio, más por vivir conmigo y por hacerme compañía. ¡Ah!, nunca te falta la competencia en las bibliotecas, en las librerías; allí esperas con ansiedad que alguien te llame y te pida un ratito de pasión. Y cuando llegas a mis manos, te acaricio, me excitas, me provocas, y todos los demás libros, exasperados, quieren retozar conmigo en la silla, en la cama, en el sofá, en la hamaca, en la banca del parque, en el carro, en el transbordador, en el bar, en la cárcel,en la playa, en la selva, para hacerme cosquillas, hacerme reír,llorar, angustiar, enmudecer,sentir dolor, hambre,ansiedad, felicidad...¡Tantas sensaciones cuando me encuentro contigo!

Me he decidido por ti o por varios al mismo tiempo, ¡qué carajo!, con la condición de que primero estoy con uno, luego, con otro, o ¡con varios! Y entras en la etapa más deseada: empezar a gozar, a vivir la dimensión del olor y el intercambio de tus palabras, el susurro de quien te escribió; el forcejeo porque me atrapas y no te quiero soltar y eso no importa; no interesan los oficios que tenga que hacer,los compromisos de ese momento, primero estás tú y solamente tú, y esas sensaciones las experimentamos , está comprobado, en todo instante,pero con mayor frenesí en los ratos libres, cuando la luna se despide y le da paso al sol arrogante o viceversa, a una hora fija contratada entre tú y yo y sin que tú me lo hayas ordenado, mas, eso sí,siempre a solas, en la intimidad, así nos entendemos más, nos amamos más.

Y lo mejor, no queremos desprendernos ni abandonarnos: como Zeus detenemos el Sol y la Luna para saber que sólo existimos tú y yo. No lo niegues, eres celoso porque otros te miran desde la biblioteca, desde la mesa de noche, desde el escritorio, desde el pupitre y veo en sus bamboleos cómo hacen trepidar los muebles porque quieren abalanzarse sobre mis ojos para que les diga que sí existen, pero tú lo sabes, cada cual necesita su solemnidad en su momento. No importa, te refugias en mi alma, me amas con celo titánico y yo hago lo mismo contigo, así quiera vivir esa eterna emoción con nuevos libros amantes.

Bien, llegamos al instante culminante,al brote del deseo y no deseo. ¡Clímax triste y feliz! Vamos encontrándonos en el límite cuando aprehendes a tu amado por todos los vericuetos de su cuerpo ad portas de la última página, del último punto. Nos amamos con tanta furia que después de ese punto final me dices hasta pronto con un beso de gratitud, ya que otra persona vivirá contigo una nueva e inolvidable aventura amorosa; sin embargo, tú sabes que nos volveremos a encontrar, no interesa que sea en otro país, en otro idioma, nos volveremos a amar y a devorar como la primera vez. ¡Vaya tolerancia!

¡Qué maravilloso ha sido navegar por tus brazos henchidos de historia! Contigo se me olvidan los problemas de la vida, nunca hay agotamiento porque de esa relación casual o innata que hemos compartido hoy con tanta dedicación de enamorados y que no se quisiera acabar nunca, nunca, pero nunca, nacerán felices, muchos, muchísmos hijos lectores.