Diario del Profe

Pedagogía y literatura

martes, octubre 11, 2011

ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA EXPONER UN TEMA




A diario hablamos ante un interlocutor, bien sea una persona o en la vida académica y profesional, ante auditorios especializados. Y en ese ejercicio propio del ser humano, es necesario tener en cuenta algunas normas mínimas para que ese diálogo, ese encuentro con público sea más agradable, de mayor impacto y de mayor comunicación.

Por consiguiente, este texto es un aporte, una contribución para estudiantes, profesionales, docentes, investigadores que a diario desarrollan estos ejercicios de oralidad cuando exponen un informe de una investigación, hacen una exposición o rinden cuentas ante comunidades.

1. 1. Planee la exposición: sea deductivo o inductivo, consulte las fuentes, organice la entrada que es lo más importante e impactante para mantener la concentración, atención, expectativa, el interés; limpie la garganta, haga simulacros de vocalización, de tonos, timbre, seleccione los conectores que va a emplear y por supuesto, tenga muy en cuenta su presentación personal para ese momento; evite las gafas oscuras y distraerse con accesorios. Ah, y cuidado con sus muletillas, el chicle, esto afea y le quita respeto a su intervención. No se esconda en el atril.

2. 2. Para no ser aburrido ni monótono, utilice el lenguaje gestual, las manos, los ojos, no se quede quieto, estático, sea agradable, hágase sentir como autoridad cuando habla, dé pruebas de suficiencia, de dominio, de saber usar la tecnología y los demás recursos, narre, cuente, comente, explique, aclare: comuníquese con un auditorio. Sea proxémico, controle a todo el público.

3. 3. Tenga en cuenta el auditorio como espacio físico (cómo es, sus características, sus accesorios, aquellos detalles que le permitan ser escuchado), y en cuanto al público que asiste: qué tipo de población es para así adecuar el discurso y ser entendido. Interactúe con buen gusto y respeto con el público. Si acude al sentido del humor, hágalo con altura, calidad, provocando preguntas y respuestas en los participantes. Seguridad y naturalidad ante todo. Si hay ruido, pare, su actitud tendrá como resultado la toma de conciencia por el silencio.

4. 4. Las diapositivas deben tener sus objetivos claros: para qué, por qué y en qué momentos se utilizan y cómo se van a explicar ( leer, no; explicar, sí); recuerde que el último del auditorio también hace parte de la exposición, luego, el color de la diapositiva, la letra, la ilustración son puntos muy importantes para tener en cuenta. La diapositiva es una guía, una pista.

5. 5. Sea muy cuidadoso con el tiempo real y el tiempo probable de su intervención ante el público. La capacidad de síntesis y la claridad de la argumentación son valiosos al exponer. No se deje interrumpir; luego, sea muy elegante para continuar y organizar las preguntas en su momento. Como usted hizo un guión de su exposición, el tiempo no se sale de allí.

6. 6. Prevea eventualidades como lluvia, calor, apagón, alguna situación que pueda afectar su participación como la pérdida u olvido del material que había preparado. Prevea llegar a tiempo para conocer el sitio de su presentación.

7. 7. Demuestre gusto, interés, satisfacción, deje que el público lea su rostro lleno de ánimo, de entusiasmo, contagie el público de esa química; concluya dejando expectativas y motivaciones más que soluciones. Probablemente se vuelva a encontrar con este público en otro momento y lo van a recordar.