Las competencias conversacionales y el relato de vida

El siguiente texto está compuesto por fragmentos del artículo publicado en la Revista Internacional Magisterio 43 por el autor de este blog. Además, dicho artículo antecede mi próxima publicación con la misma editorial Magisterio, Relato de vida, Oralidad, Lectura y Escritura, Yo te cuento, tú me cuentas.

"Surge, entonces, una hipótesis: si desarrollamos la oralidad como un acontecimiento vivo, dinámico, productivo y reproductivo, la escuela enriquecerá sus procesos pedagógicos con la participación de todos sus estamentos. Y si nos empeñamos en alcanzar esas metas, desde luego, estaremos en lo que los Códigos de la Modernidad han postulado como la necesidad que tiene el profesional del siglo XXI para poder sobrevivir en este milenio: tener altas competencias en oralidad.

"...otros interrogantes: ¿cómo desarrollar esas competencias conversacionales?, ¿qué estrategias se pueden proponer? Lo primero, hablar como docentes, sin temores, sin prejuicios sobre lo que hacemos. Poner en circulación esas cosas sencillas y a su vez extraordinarias que se logran con los estudiantes. Algunos no lo hacen, precisamente, porque aducen “ no querer mostrase”; al contrario, en este nuevo siglo nada se oculta, nada se puede ni se debe quedar encerrado, hay que darlo a conocer para conversar, crear tertulias, espacio de conversación, de diálogos, de debates y discusiones confiables

"El relato de vida en forma oral, como autobiografía, es una manera de improvisar. El estudiante se presenta mediante la descripción de quién es, cómo es, dónde vive, cómo es su familia, en un tiempo determinado por el docente, delante del público. La actitud del auditorio es de escucha, y el alumno vocaliza, entona, es coherente, es agradable, mira al auditorio…Se coevalúa con el grupo. Además se le pregunta por lo que sabe hacer muy bien. Allí se propician esos momentos de conversación para que otros chicos intervengan, participen, al igual que el docente.

"La conversación basada en la biografía y autobiografía – lo privado se vuelve público -, logra que el estudiante se comunique con su compañero más cercano, le cuente acerca de su vida, e incluso, se relacione con quien menos ha conversado. Unos hacen cuadros de gustos de su compañero(a) para empezar a charlar y darle sentido a la vida del otro. La misma conversación parte de lo que van escribiendo, pues hay casos en donde se reconstruye la historia por escrito. Hay parejas que se hacen entrevistas, grupos que se escuchan sus textos. Y se postulan para pasar a hablar en público. El grado de crecimiento, de amistad, compañerismo, es notorio, avanzan en cuanto a sus relaciones, son más deseosos de comunicarse y el profesor también, de manera simultánea, los conoce más.

"También se pueden tomar estrategias como el relato de anécdotas jocosas, memorables. Cada educando pasa y las cuenta a su manera. Es una acción graciosa, agradable, los alumnos quieren contar “osos “personales, familiares, de sus amigos. Y el maestro, para iniciar, les narra también algunas anécdotas, Yo te cuento, tú me cuentas. Es decir, se pone como modelo.

"A manera de síntesis, el relato de vida asumido como estrategia para desarrollar competencias conversacionales, es una iniciativa que nos permite ofrecer luces al hacer juicios de valor sobre los estudiantes; si los conocemos más, podremos comunicarnos con ellos mejor y viceversa y así mejorar los aprendizajes"