Gabo: In memoriam
¿CÓMO ME HICE LECTOR?
Descubrí
que era lector – o mejor, que me
encantaba con los libros – cuando una señora amiga – a quien le debo ese
sempiterno favor - , madre de un compañero de colegio – tendríamos 15, 16 años
- ,salió del rincón de su tienda, allá en Girardot ( Colombia ), y me dijo con
un libro en la mano: “Tenga, creo a usted le va a gustar” . Y me entregó con la
complicidad que hoy agradezco para
siempre, Cien años de soledad. Era la edición argentina, la original. No me
fijé en el volumen sino en esa primer punto y seguido:” Mucho tiempo después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel
Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo
llevó a conocer el hielo”.
Mientras
bajaba de aquella casa que me había dado ese alimento relajante, ojeaba y hojeaba
el libro que siempre había querido leer. Algunos se han formado con los libros
desde diferentes escenarios: los cuentos de hadas, Las mil y una noches, los obras de terror, aventuras, novelas
históricas, epopeyas…Yo empecé con el poeta bogotano Rafael Pombo (además, fue
mi primer premio que me gané en la vida siendo estudiante de primaria: le
compuse un poema al amor y fui el ganador en el colegio y ese mi premio: los
poemas y fábulas de Pombo, por eso, también recuerdo a mi maestra de primaria,
la esposa del rector de la época). Lo cierto es que de un momento a otro, me vi
sentado en los andenes de las
zapaterías, bicicleterías, en las tiendas ( a veces, como cliente, el dueño me
facilitaba un asiento o banca ), leyendo l cuentos fotonovelados: Santo El Enmascarado de Plata, El llanero
solitario, Supermán, Tarzán…¡Los comics!
Los alquilaba, a veces los llevaba a la casa, o los devoraba ahí mismo y recomendaba que la continuación, por favor,
me la guardaran. Fue una forma inolvidable de hacer lectores.
También
leía poemas de Guillermo Valencia, de Asunción Silva, es decir, conocí a Los Tres Mosqueteros mucho tiempo después,
lo mismo que Las mil y una noches y Blancanieves…Pero, me daba cuenta de
algo: no era mi pasión (¿se imaginan si hubiera conocido a Bruno Bettelheim en
aquella época?). Fue Cien años de soledad el que me abrió las llaves mágicas de la
lectura porque marcó una seguidilla de libros que a la fecha no he descansado
de leer por pasión, gusto, ganas de vivir, de dialogar con autores, de
encontrarme con la humanidad. ¿Quién era
Gabriel García Márquez para un joven como yo?
Lo que siempre recuerdo es que me lo llevé para la casa y lo leía de
manera ininterrumpida en el parque, en el colegio, en donde me encontrara, de
día, de noche, especialmente acostado en las bancas del parque principal de ese
puerto sobre el emblemático río Magdalena.
Descubrí
el encuentro con el libro más maravilloso que me despertó todo tipo de
sensaciones: risa, alegría, tristeza, rabia, dolor, ansiedad, conciencia…Tanto
que no me quedé con esas emociones sino que busqué las otras publicaciones del
hijo del telegrafista ( cómo me divertí
con En este pueblo no hay ladrones), y
seguí con lo que más pude del boom latinoamericano: La ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en la catedral, Los
cachorros, Neruda, Borges, Cortázar (confieso que Rayuela lo leí en la universidad),Eduardo Galeano, Asturias,
Onetti, Benedetti…Algo me decía que leyéndolos a ellos le encontraba
explicación al exilio de estos autores que contaron esas historias desde afuera
porque su mismo país los atormentaba aunque nunca dejaron de pensar en su
patria (Gabo decía que si estaba en Colombia siempre estaba pensando
en México y que si estaba en México no dejaban de pensar en Colombia). A
propósito: una señora en un Club de Lectura, alguna vez cuando me referí a García
Márquez como un monstruo de las letras, me
preguntó con cara molesta: “ ¿A usted le parece?” No pude comprender cómo desconocer la
inmortalidad de un Premio Nobel de Literatura. No sé qué pensará la señora hoy,
cuando ha muerto y el mundo entero habla de él. Son respetables las formas de
ver a los autores y sus libros.
Pero,
mi punto final va a cuestionarnos: ¿usted cómo llegó a los libros? En otras palabras: ¿cómo se hizo lector o
lectora? ¿Cree que es lector (a)? Sé que usted lee no para presentar un examen,
como lo dice el maestro Estanislao Zuleta (colombiano), sino que lee para
vivir, por el vicio de leer, y no por esnobismo. ..No, creo que usted lee porque
algo pasó en su vida cuando leyó un buen libro, y porque alguien – como en mi
caso -, me empujó y me dio el néctar como lector. Yo hoy recuerdo a Gabo y a él
doy gracias y sé que el Cielo está de fiesta con sus personajes, lo mismo que
con Álvaro Mutis, Carlos Fuentes, Cortázar, Borges, Gabriela Mistral, Neruda…Creo
que también vale la pena dejar esta otra inquietud, ¿hay en el camino una generación
de escritores que supere a ésta para formar nuevos lectores? No sé, mientras tanto, como tributo al hijo de
Aracataca, prometí a mis amigos y familiares en el chat, que volvería a leerlo,
y ya está junto a la mesa de noche, Cien
años de soledad esperándome por no
sé qué tantas veces.
Nota: apreciado ( a ) docente:
converse con sus estudiantes ( y en familia ) acerca de cómo llegó usted a los libros y escuche y comparta las experiencias de los
estudiantes y amigos. ¿Se nace lector o
se hace el lector ). ¿Cómo les parece la película Ladrona de libros? Es un
buen ejercicio. Algo pasa cuando se lee un libro. Y usted es modelo de lector (a
).